Durante el año 2020, el planeta entero colapsó y sufrió unos meses muy difíciles debido a la pandemia del COVID-19. Este fatídico virus exportado de China que dejó miles de muertos. En medio de un sufrido confinamiento, de la incertidumbre, la angustia y el miedo, surgieron miles de personas que, de manera altruista y por su buen corazón quisieron poner su granito de arena para que todo fuese más llevadero y nos hicieron seguir creyendo en la humanidad.
Anónimos que optaron desde la sombra por remar a favor de una solución al caos para el que ni los políticos ponían freno. Personas generosas que se convirtieron en un paliativo que quedará grabado para siempre en el recuerdo y, sobre todo, en nuestros corazones.
Fragmento de texto extraído del artículo “El año de los héroes anónimos” del periódico La Razón.
España y el COVID-19
Toda España se hizo una para salir a sus ventanas durante todo el confinamiento para brindar un largo y sentido aplauso a la labor de todos los profesionales sanitarios que atendieron a los afectados por la pandemia del COVID-19. Tuvieron que enfrentarse a esta situación desconocida sin la protección adecuada, sin batas, pruebas diagnósticas ni respiradores. Esta iniciativa surgió a través de las redes sociales y se viralizó, siguiendo la línea de nuestros vecinos italianos.
No solo los sanitarios fueron ovacionados, sino también todos los trabajadores esenciales que siguieron yendo a trabajar para que el país pudiese sobrevivir: trabajadores de residencias de mayores y otros centros sociales; personal de tiendas abiertas vitales, así como los que suministran a estas; trabajadores de servicios de limpieza, mantenimiento… Todos ellos son héroes anónimos a los que debemos dar las gracias.
Aunque vamos saliendo poco a poco de esta difícil situación gracias a la responsabilidad colectiva y a las vacunas, nadie podrá olvidar el año 2020.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.